En Tarannà utilizamos plata 925 y plata fina, pero existen otras nomenclaturas que a menudo pueden confundirnos porque realmente no contienen plata. Por eso, a continuación, tenemos una pequeña explicación sobre estos términos.
1. Plata de ley 925 o esterlina: Este es el tipo más común de plata en joyería. Está compuesta por un 92,5% de plata pura y un 7,5% de otros metales, generalmente cobre. La plata esterlina es duradera y tiene un brillo atractivo, pero puede empañarse con el tiempo.
2. Plata pura o plata fina (999): Esta plata es 99,9% pura y es muy blanda, lo que la hace menos adecuada para joyería que se usa con frecuencia. Sin embargo, se utiliza en piezas de alta gama y en joyería de diseño especial.
3. Plata de Britannia: Contiene un 95,8% de plata y un 4,2% de cobre. Es menos común que la plata esterlina y se utiliza en monedas y algunas joyas de alta gama.
4. Plata de alpaca (plata alemana): A pesar de su nombre, no contiene plata. Es una aleación de cobre, níquel y zinc, y se utiliza como sustituto de la plata debido a su apariencia similar y su mayor resistencia a la corrosión.
5. Plata de níquel: Similar a la plata de alpaca, es una aleación que no contiene plata. Está compuesta principalmente de cobre, níquel y zinc, y se utiliza a menudo en bisutería debido a su bajo costo.
6. Plata oxidada o plata vieja: Es plata esterlina o plata fina que ha sido tratada para darle un aspecto oscuro y envejecido. Este tratamiento se logra mediante una reacción química que oscurece la superficie de la plata, creando un contraste atractivo en las piezas de joyería.
7. Plata laminada o chapada: Consiste en una capa de plata pura aplicada sobre una base de otro metal, como cobre o latón. Es más asequible que la plata sólida, pero la capa de plata puede desgastarse con el tiempo.
Cada tipo de plata tiene sus propias ventajas y desventajas, y la elección de cuál utilizar depende del diseño de la joya, su propósito y el presupuesto del cliente.
En todo caso, en nuestra tienda nunca utilizaremos la palabra plata para referirnos a nada que no contenga un mínimo de 92,5% plata (es decir, la plata de primera ley).
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